El mito de Niccolò Pesce, conocido como Colapesce o “Pesce Niccolò”, amante del mar y excelente nadador, tiene su origen en la Edad Media.
Se decía que el joven tenía dedos palmeados, aletas y escamas: mitad hombre y mitad pez, podría haber vivido en el fondo del mar.
Cuenta la leyenda que Niccolò, para recorrer grandes distancias, se dejó tragar y luego transportar por algún pez de tamaño adecuado, llegando a su destino, salió de el abriendo su vientre con un cuchillo, que siempre lleva en toda iconografía.
Pesce Niccolò habría vivido en el mar Tirreno entre Nápoles y Messina, por eso Federico II de Suabia lo invitó una vez a bajar a las profundidades para ver qué secretos se escondían allí; Colapesce informó que el fondo del mar estaba cubierto de tesoros invaluables y, como prueba de ello, resurgió llevando consigo grandes cantidades de joyas que había encontrado en las cuevas y canales bajo la isla de Megaride, donde ya se encontraba el Castel dell’Ovo.
Este hombre se convirtió en el símbolo de la zona portuaria, cuya cabecera municipal «Sedile di Porto» tenía el emblema «Colapesce».
Y es precisamente en este edificio según la leyenda, donde vivió.